La villa de San Martín Jilotepeque, como se le llama con propiedad, fue fundada en 1543, aunque algunos estudiosos aseguran su fundación definitiva en 1545. Su nombre de deriva del nahuatl Xilotepek, según se afirma por su etimología formada por las voces “xilotl” (mazorca de maíz tierno), “tepe“ (cerro o montaña) y -k (en), que
equivaldría al significado de “En el cerro de maíz tierno”.
equivaldría al significado de “En el cerro de maíz tierno”.
Al ser fundada un 11 de noviembre, le correspondió adoptar, en la fe católica, a San Martín de Tours, como su patrono. De allí se forma la toponimia San Martín Jilotepeque.
La historia de este municipio data de muchos años antes de la conquista española. Por ejemplo, en la
obra “La obsidiana de los mayas de las tierras altas”, literalmente dice: “de las tres principales fuentes de
obsidiana en Guatemala, San Martín Jilotepeque fue la utilizada durante un periodo de tiempo más amplio”.
Menciona épocas tan remotas como el período formativo (desde 1,500 años antes de la era cristiana, hace unos
3,500 años) hasta la llegada de los españoles. Más adelante, Según “El título de Xilotepeq”, fueron pueblos
denominados Chajomas (resina de ocote) provenientes de Xoyabaj, quienes junto a los Akajales fundaron
ciudades en territorio sanmartineco, alrededor del siglo XIII.
obra “La obsidiana de los mayas de las tierras altas”, literalmente dice: “de las tres principales fuentes de
obsidiana en Guatemala, San Martín Jilotepeque fue la utilizada durante un periodo de tiempo más amplio”.
Menciona épocas tan remotas como el período formativo (desde 1,500 años antes de la era cristiana, hace unos
3,500 años) hasta la llegada de los españoles. Más adelante, Según “El título de Xilotepeq”, fueron pueblos
denominados Chajomas (resina de ocote) provenientes de Xoyabaj, quienes junto a los Akajales fundaron
ciudades en territorio sanmartineco, alrededor del siglo XIII.
En 1525, tras la conquista de Xilotepec viejo, los conquistadores comienzan a ver las posibilidades de poblamiento, y aunque son 4 las posibles opciones, ellos deciden ubicarse en un valle prospero muy cerca de allí, al que llamaban el “Valle de la paz y el amor”, que se encontraba entre los ríos frio y cucuyá.
Con la destrucción de ciudad vieja en 1541, se piensa en este valle como alternativa para el traslado de algunos españoles. Recordemos, que Antigua Guatemala se comienza a construir en 1543, pero hay datos que aseguran el inicio de la construcción de San Martín Jilotepeque en 1542, por lo que por eso siempre he llamado a esta villa como la ciudad gemela de Antigua Guatemala.
San Martín Jilotepeque, es reconocido como pueblo el 11 de Noviembre de 1545, hace aproximadamente 479 años. Nace como una doctrina de los dominicos, denominación que conserva hasta 1754. En 1773, tras los terremotos de Santa Marta, varias familias deciden, no trasladarse a la Nueva Guatemala de la Asunción, sino encontrar refugio en este valle. Esto nos lo deja ver el religioso Ricardo Terga Cintrón, en su obra “La Mies es eterna”, donde se asegura “entran en San Martín muchas costumbres , tradiciones, construcciones, comidas y otros elementos parecidos a la Antigua”, según me relata la profesora Julia Estela Sarazúa.
Tras la independencia en 1821 San Martín Jilotepeque es considerado como uno de municipios originales del Estado de Guatemala. En 1825, el pueblo es ascendido a la categoría de villa. Era tanta su importancia que en 1826, el doctor Cirilo Flores traslada el poder legislativo en forma temporal, al edificio denominado Casa Real. Actualmente la cabecera municipal de San Martín Jilotepeque, se divide en 4 barrios aún, pero ha crecido tanto que se ha fusionado con las aldeas cercanas constituyendo areas urbanas que son confundidas con ser parte de la cabecera.
El centro de muchos acontecimientos, en esta localidad, ha sido su plaza y fuente, únicas que aun se conservan con los rasgos coloniales. Su plaza data del tiempo de su fundación, y es a partir de ella que se construye el pueblo. Dicha explanada, poseía líneas que señalaban los cuatro barrios de la cabecera municipal. Al oriente se ubica la parroquia del pueblo, al poniente, su municipalidad, y al norte y sur, edificios de gran importancia, de donde solo se conserva la Casa Real. Este sitio ha sido testigo de muchas cosas, entre ellas, la destrucción que trajeron los terremotos de 1917, 1918 y 1976, último que destruyó todas las construcciones, y solo permanece en pie, como testigo mudo, la fuente colonial, recordándonos que siempre será como un faro de esperanza.
San Martín Jilotepeque, un sitio que ha vivido tantas cosas, buenas y malas, pero que cada vez nos convence más, que no es nuestro, nosotros somos de San Martín Jilotepeque